Hola compañeros.
El texto que os dejo a continuación, es el mismo que hace un mes escaso me pidieron para leerles a los alumnos de una facultad de Comunicación gallega.
"...Son palabras en el mismo tono distendido y coloquial que suelo usar en
el blog para explicar un poco cómo es esto de tratar de abrirse camino en la producción de
contenidos audiovisuales sin salir con demasiadas heridas de guerra del proceso.
La respuesta no la sé. De hecho, aún estoy empezando en eso de abrirme el camino y ya las he
pasado más canutas que si contratas Blablacar y conduce Ortega Cano.
Entiendo, por lo que me han dicho, que lo interesante es que os hable de lo que os vais a encontrar a la hora de tratar de
financiar vuestros proyectos televisivos. Vale.
Como primera cuestión diría que a eso de financiar “vuestros proyectos”, si os dirigís a las
cadenas de televisión de gran consumo (hablo de generalistas) es importante comentar un error común que la gente que sale de la facultad suele cometer.
A aquel que le gusta el ajedrez, probablemente tenga un proyecto sobre ajedrez. Al que le gusta el
fútbol tendrá un proyecto sobre fútbol, y al que le guste la calceta.... ¿va a desarrolllar también un
formato sobre calceta?
Con esto quiero decir que es muy típico (lo veo en amigos que me hablan de sus ideas) que al
principio tendamos a trabajar en proyectos que nos gustan a nosotros, sobre temas que nos gustan.
Esto es casi siempre un error.
Lo normal en un gran porcentaje del desarrollo de proyectos
televisivos de gran consumo será que tengamos que adaptarnos target objetivo de la cadena, que si,
por ejemplo, fuera TVG, nada tendría que ver, a priori, con lo que nos pueda gustar a chavales de
nuestra edad.
Se trata en todo momento de conocer de la mejor manera posible al público objetivo de la cadena.
De entenderlo y atacarlo.
A menudo tengo discutido con compañeros sobre formatos tipo ´Sálvame´ o ´Mujeres y Hombres
y Viceversa´, formatos de divulgación científica de los que la gente habla fatal y, no me hagáis caso, pero creo que incluso los llegan a llamar telebasura!! (Qué aberración!)
Para mí, como productor, un formato que ofrece 25 horas de directo semanales, con un plan de
producción basado en poner a 6 bustos parlantes a filosofar, consiguiendo así la mejor relación
euro/minuto de toda la programación nacional y que encima hace salientables datos de audiencia, es
digno de alabar.
La gente cuando les digo tal cosa piensan que tengo mentalidad de maruja y que
me quedo en casa los findes para verlos. Nada más lejos de la realidad.
Personalmente, como espextador, no puedo con ellos, ahora, como
productor, me fascinan!!.
A esto me refiero cuando hablo de esa primera reflexión que me viene a la cabeza.
Como productor
de contenidos televisivos, nos debe dar igual nuestro gusto. Nuestro gusto en casa, con Netflix o en
su defecto con pordede.com (página pirata buena buena amigos para ver novedades no estrenadas aquí!), pero a la hora de querer producir,
vivir del audiovisual, meter la cabeza en el mercado... debemos pensar, primero en quiénes somos y
en qué capacidades tenemos, segundo, debemos conocer mejor el target al
que nos vamos a dirigir que a nuestra propia madre, y tercero, debemos cambiar el orden de importancia de 1 y 2!. El target lo es
todo!!!
Hay otra cuestión fundamental a la hora de ir a una cadena a presentarle un proyecto. En ese sentido
mí me gusta vernos como bomberos. Como gente que está ahí para apagar fuegos en las cadenas.
¿Qué quiere decir ésto? Muy sencillo amigos.
Casi tan importante como conocer el target al que nos
dirigimos será conocer las debilidades que una cadena pueda tener. Dónde flaquea en audiencia.
Qué no le está funcionando. Dónde se está desangrando...
Sí, podréis estar pensando que más que bomberos se trata de ser un poco buitres (y no os falta
razón), pero finalmente es cuestión de estudiar cada día la parrilla de cada cadena, ver en qué franja
no está funcionando y empezar a pensar algo en ese sentido.
Una vez más, como os habréis dado cuenta, tampoco para esta opción de venta tenemos la libertad
real de encajar nuestro querido formato de calceta para el prime time de La Sexta... puta vida!
Como conclusión, y antes de comentar de manera breve algunas claves que pueden ayudar a que no
os comáis las hosti...lidades que yo sí me he comido, deciros que ánimo!.
Ahora mismo, cuando el
modelo está cambiando gracias a las segundas pantallas, los contenidos digitales y demás, en este mismo
momento, siguen siendo señores de 50 o 60 años los que dirigen las cadenas nacionales. Señores a
los que les cuesta entender eso de crackear un programa o el funcionamiento de los contenidos en
internet. Ahora llevamos ventaja compañeros. Y cada vez a ellos les costará más.
Toda esta realidad de los contenidos web, de ver la tele cuando quiera y donde quiera... todo esto es
una realidad que justamente nos coge a nosotros en el momento de tratar de ponerla a andar.
Esos señores que
no conocen esta nueva realidad, muy pronto, y desde ya, van a necesitar de gente como nosotros
para que les resolvamos este gran problema que ya tienen delante de sus narices. Así que amigos, a
pesar de haber elegido la profesión con más paro de Eurasia, de haber tratado de entrar al mercado
laboral en el medio de la peor crisis económica en décadas..... a pesar de todo eso, no todo es malo.
Si realmente os gusta este sector, no lo dejéis! Como si tenéis que buscar un trabajillo a media
jornada para poder pagar el alquiler y llenar la nevera, pero no lo dejéis!
Aunque os hayan tocado dos jefes y los dos hayan sido unos capullos, no lo dejéis! No lo dejéis, sobre todo, porque, y de esto te das cuenta cuando te toca trabajar esporádicamente en cualquier otro curro, el nuestro tiene algo
genial que muy pocos otros tienen. Nosotros nos dedicamos simple y llanamente a algo tan jodido
y gratificante como entretener.
Quizás la serie que hagáis mañana para TVG no sea Fargo. No lo será, pero estaréis haciendo reír a
mi abuela y otras muchas abuelas. Y ese será vuestro trabajo. Hacer reír. Hacer compañía. Hacer
llorar de alegría, de pena o de la risa. En resumen, trabajaréis en un sector muy cabrón y lleno de
trampas y tramposos, pero en el que encontraréis una gran satisfacción personal y en el que además,
cada seis meses estaréis metidos en una aventura nueva, aprendiendo cosas nuevas y conociendo a
gente nueva. Pues bien, después de esta arenga a lo Pep, y a mí, que me gusta la síntesis más que al chaval de Breaking Bad, me permito el lujo de dejaros una lista con siete cosas que he aprendido en el trayecto y que me gustaría que alguien me hubiera contado al empezarlo:
1- Disfrutad el camino. Es la verdadera diversión. Cuando ya no te pongas nerviosete antes de una
reunión para vender el proyecto, deja de molar tanto el tema.
2- Hay mucho cabrón en este negocio. Rodearos de gente buena de la que os podáis fiar. La hay.
3- Al vender el proyecto estad muy seguros de vosotros mismos. Nadie lo conoce mejor que
vosotros!
4- Diferenciaros. No paséis desapercibidos. Mi blog lo creé en su día para que la gente supiera de
mí. Por lo demás sólo me da disgustos. Sois una marca! Venderos bien!
5- Diferenciaros otra vez! En serio. A veces la persona que tienes delante puede acabar siendo un
futuro socio tuyo. A mí me ha pasado. Intentad siempre llamar la atención, sin caer en resultar
graciosillo/a.
6- Los contactos son fundamentales aquí. Tratad de hacer buenos contactos que os ayuden a dar los
primeros pasos. Realmente también hay muy buena gente en el sector que os ayudará a arrancar.
7- Id a Madrid, a Amsterdam o a Miami . Ya está bien de vivir de TVG. Hay vida más allá! No somos peores que nadie. De verdad!. Traigamos parte del pastel publicitario a Galicia! "
Y hasta aquí la famosa arenga. Mirad si a mí mismo me enamora el tema del audiovisual que, después de que leyeran este texto, he rechazado ya una oferta de un partido político para escribirles sus discursos. No voy a decir el nombre delpartido, aunque también es verdad que en VOX no pagaban suficientemente bien...
:)
Salud amig@s!
EL FRANCOTIRADOR AUDIOVISUAL
Desarrollo, Comercialización y Producción de Contenidos Televisivos. @rubengfranco
domingo, 13 de diciembre de 2015
lunes, 14 de septiembre de 2015
NO HAY LUGAR PARA LA CREATIVIDAD
Hola de nuevo amigos,
Así es. Meses después y cuando parecía que el blog ya estaba muerto reaparezco para hablar de uno de los temas que me ronda la cabeza últimamente al ver cómo algunos otros compañeros buscan en lo más profundo de su ser aquel formato que pueda romper moldes, simple, atractivo y con mucha pegada; un high concept por ejemplo. De corazón, ojalá lo encuentren.
Pues, para variar, y por mi parte tengo que decir que yo no funciono así.
Primero quiero dejar claro que me dedico primordialmente al terreno del entretenimiento (en ficción estaríamos hablando de otra cosa muy distinta) , pero sí amigos, he de reconocer que en mi caso la creatividad apenas influye en el nacimiento de un formato a partir de una intuición.
Es a partir de una de ellas normalmente por donde tiro para conseguir sacar un formato. Una intuición que suele venirme a la cabeza a partir de procesos a seguir tales como por ejemplo "cadena de target juvenil - youtubers - migración audiencias - retorno de las mismas... Cómo hacerlo?"
Es un ejemplo. No me gustaría entrar en materia mucho más o poner ejemplos reales en este momento en el que tenemos desde DARUMA varios proyectos moviéndose por España adelante, pero sí podría decir que en el caso de los formatos de entretenimiento suelen ser varias conclusiones lógicas, ejemplos que han funcionado en el pasado, buscarle la vuelta de tuerca a eso que ya existe, o un argumento tan potente como pensar que x cadena necesita un cambio en sus producciones y empezar a pensar en clave diferente tratando de escapar de todo lo que previamente acabo de comentar.
Se trata, al fin y al cabo, de empezar a sacar ideas y contenido siempre partiendo de una serie de premisas que, como ya tenemos comentado anteriormente, suelen tener que ver con la cadena a la que te diriges, intuiciones basadas en otras previas, PRESUPUESTO, análisis de debilidades en las parrillas, o incluso noticias que puedas leer en el periódico, un algo que se te ocurre por la calle... Lo extraño en este campo es que un formato te venga a la cabeza así , de la nada, por inspiración y porque esa noche estás especialmente creativo. Que va. Tristemente, para los que no tenemos ese talento, nos ha de llegar con saber leer el mercado, la oportunidad, tener olfato y a partir de ahí empezar a sacar contenido.
Por mi parte, tengo como unas 300 notas en el móvil de algunas intuiciones que en su día me vinieron a la cabeza estando normalmente pensando en clave de negocio. O no. De qué puede funcionar.
De ellas creo que han llegado a ser plasmadas en papel y presentadas unas 8-9.
No es raro. Hay que pensar que las ideas están en el aire y que ya son varias las que después de hacer un minucioso análisis del mercado, descubres que ese planteamiento ya existe o existió, con otro enfoque, en determinado canal hace 9 años... Otras, simplemente se escapan por presupuesto, por llegar muy pronto o muy tarde...
En todo caso sí parece fundamental para crear entretenimiento tener primero en la cabeza para quien lo creas, cuales son sus necesidades, su target objetivo, y sus debilidades del momento. A partir de aquí sí que la cabeza empieza a funcionar consiguiendo llegar a conclusiones e ideas más certeras para según qué casos.
Luego también existen una serie de claves que siempre funcionan y que debemos tener presentes a la hora de plantearnos eso de buscarle una vuelta. Un ejemplo de esto sería el "descontextualizar ". Siempre funciona. Coges a un tipo, tipa, pareja, familia, de una clase social determinada y una zona concreta, y te los llevas a un lugar que represente todo lo contrario. El contraste funciona siempre muy bien en televisión y nos regala grandes momentos.
Como esto de "descontextualizar " existen varias claves. Claves que ya son por todo aquel que se dedica a esto sabidas. Pero, la verdadera clave está en encontrar otro tipo de claves que funcionen igual o mejor que ésta y que no estén ya explotadas.
En ese sentido podríamos decir que existen dos niveles; un primero que es el de buscarle la vuelta a esa descontextualización (o clave la clave que sea) de la que hablábamos (esto puede resultar muy novedoso y rompedor) y luego está la de descubrir otra clave original. Si lo conseguimos tenemos un filón del que sacar contenido y formatos varios para una larga temporada, hasta que se haga tendencia y otra gente empiece también a buscarle vueltas a la misma...
En resumen diría que hablar de creatividad aplicada al entretenimiento nada tiene que ver con lo que abarca si nos encontramos delante de una ficción que normalmente está menos encorsetada.
Más quisiera yo que poder vender esta parte del negocio como un universo de musas amigos, pero en este caso, como vengo de comentaros, no. A menudo se parece más a una ecuación matemática que a dejar rienda suelta a nuestra imaginación. Hombre, siempre podríamos hacerlo, pero entonces probablemente y por mi parte y presupuesto, acabaríamos llamando a la puerta de HBO...
Un abrazo a tots!
*disculpas por alguna errata, no me acostumbro a escribir con Ipad.Animo a la competencia a que me envíe su modelo para que pueda probarlo.
Así es. Meses después y cuando parecía que el blog ya estaba muerto reaparezco para hablar de uno de los temas que me ronda la cabeza últimamente al ver cómo algunos otros compañeros buscan en lo más profundo de su ser aquel formato que pueda romper moldes, simple, atractivo y con mucha pegada; un high concept por ejemplo. De corazón, ojalá lo encuentren.
Pues, para variar, y por mi parte tengo que decir que yo no funciono así.
Primero quiero dejar claro que me dedico primordialmente al terreno del entretenimiento (en ficción estaríamos hablando de otra cosa muy distinta) , pero sí amigos, he de reconocer que en mi caso la creatividad apenas influye en el nacimiento de un formato a partir de una intuición.
Es a partir de una de ellas normalmente por donde tiro para conseguir sacar un formato. Una intuición que suele venirme a la cabeza a partir de procesos a seguir tales como por ejemplo "cadena de target juvenil - youtubers - migración audiencias - retorno de las mismas... Cómo hacerlo?"
Es un ejemplo. No me gustaría entrar en materia mucho más o poner ejemplos reales en este momento en el que tenemos desde DARUMA varios proyectos moviéndose por España adelante, pero sí podría decir que en el caso de los formatos de entretenimiento suelen ser varias conclusiones lógicas, ejemplos que han funcionado en el pasado, buscarle la vuelta de tuerca a eso que ya existe, o un argumento tan potente como pensar que x cadena necesita un cambio en sus producciones y empezar a pensar en clave diferente tratando de escapar de todo lo que previamente acabo de comentar.
Se trata, al fin y al cabo, de empezar a sacar ideas y contenido siempre partiendo de una serie de premisas que, como ya tenemos comentado anteriormente, suelen tener que ver con la cadena a la que te diriges, intuiciones basadas en otras previas, PRESUPUESTO, análisis de debilidades en las parrillas, o incluso noticias que puedas leer en el periódico, un algo que se te ocurre por la calle... Lo extraño en este campo es que un formato te venga a la cabeza así , de la nada, por inspiración y porque esa noche estás especialmente creativo. Que va. Tristemente, para los que no tenemos ese talento, nos ha de llegar con saber leer el mercado, la oportunidad, tener olfato y a partir de ahí empezar a sacar contenido.
Por mi parte, tengo como unas 300 notas en el móvil de algunas intuiciones que en su día me vinieron a la cabeza estando normalmente pensando en clave de negocio. O no. De qué puede funcionar.
De ellas creo que han llegado a ser plasmadas en papel y presentadas unas 8-9.
No es raro. Hay que pensar que las ideas están en el aire y que ya son varias las que después de hacer un minucioso análisis del mercado, descubres que ese planteamiento ya existe o existió, con otro enfoque, en determinado canal hace 9 años... Otras, simplemente se escapan por presupuesto, por llegar muy pronto o muy tarde...
En todo caso sí parece fundamental para crear entretenimiento tener primero en la cabeza para quien lo creas, cuales son sus necesidades, su target objetivo, y sus debilidades del momento. A partir de aquí sí que la cabeza empieza a funcionar consiguiendo llegar a conclusiones e ideas más certeras para según qué casos.
Luego también existen una serie de claves que siempre funcionan y que debemos tener presentes a la hora de plantearnos eso de buscarle una vuelta. Un ejemplo de esto sería el "descontextualizar ". Siempre funciona. Coges a un tipo, tipa, pareja, familia, de una clase social determinada y una zona concreta, y te los llevas a un lugar que represente todo lo contrario. El contraste funciona siempre muy bien en televisión y nos regala grandes momentos.
Como esto de "descontextualizar " existen varias claves. Claves que ya son por todo aquel que se dedica a esto sabidas. Pero, la verdadera clave está en encontrar otro tipo de claves que funcionen igual o mejor que ésta y que no estén ya explotadas.
En ese sentido podríamos decir que existen dos niveles; un primero que es el de buscarle la vuelta a esa descontextualización (o clave la clave que sea) de la que hablábamos (esto puede resultar muy novedoso y rompedor) y luego está la de descubrir otra clave original. Si lo conseguimos tenemos un filón del que sacar contenido y formatos varios para una larga temporada, hasta que se haga tendencia y otra gente empiece también a buscarle vueltas a la misma...
En resumen diría que hablar de creatividad aplicada al entretenimiento nada tiene que ver con lo que abarca si nos encontramos delante de una ficción que normalmente está menos encorsetada.
Más quisiera yo que poder vender esta parte del negocio como un universo de musas amigos, pero en este caso, como vengo de comentaros, no. A menudo se parece más a una ecuación matemática que a dejar rienda suelta a nuestra imaginación. Hombre, siempre podríamos hacerlo, pero entonces probablemente y por mi parte y presupuesto, acabaríamos llamando a la puerta de HBO...
Un abrazo a tots!
*disculpas por alguna errata, no me acostumbro a escribir con Ipad.Animo a la competencia a que me envíe su modelo para que pueda probarlo.
lunes, 18 de mayo de 2015
DESMONTANDO A TELECINCO: LA ESTRATEGIA DEL ÉXITO
Hola de nuevo amigos,
sí, lo sé. Debería escribir más a menudo o cerrar el chiringuito. El caso es que lo primero no lo voy a forzar, porque no quiero y a veces no podría, y lo segundo pues me da cierta penilla. Además, existen ciertos días en los que sí me apetece escribir y sobre todo, creo tener algo interesante que comentar con todos vosotros, que por cierto, si hiciéramos un análisis cuantitativo del blog no sería nada sobresaliente pero en la parte cualitativa, en lo que se refiere a llegar a quien debe de llegar, creo que estamos acertando de pleno en el target comercial. Ya solo falta que venga Monsanto a poner pasta. Entonces sí, lo cerraré.
El tema es que el otro día me lié a comentar en twitter (para quien no lo sepa @rubengfranco) sobre el tremendo modelo de programación que T5 se ha currado en estos últimos años y que como todos sabéis funciona como una máquina bien engrasada. Porque lo está.
Para empezar diría que T5 no es en realidad una cadena de TV al uso. Como yo lo veo es más bien un grupo de marcas, de grandes marcas que funcionan como cañones, que en ocasiones se refuerzan las unas a las otras y, sobre todo, que ayudan a crear parrilla, a sacar contenidos de la propia marca, con lo que eso supone a la hora de, por una parte fidelizar audiencia y segundo, abaratar el coste €/minuto de estos programas filiales.
Después de haber reflexionado sobre estos asuntos, tengo claro que jamás se me ocurrirá ir con DARUMA a T5 hablándoles del nuevo branding del 2020 ni de tonterías de ese estilo. No pretendo ser quien enseñe a un padre a hacer hijos, y ellos son de familia numerosa.
Las grandes marcas las conocemos todos. Supervivientes, La Voz, Gran Hermano, GH VIP... Digamos que son este tipo de marcas, (ya no hablo de programas) las que dan lugar a que contenidos secundarios, con esas dos ventajas (al menos) que antes comentábamos funcionen de manera impecable y como un reloj en parrilla. Esas filiales serían contenidos derivados directamente de las propias marcas, tipo "El Debate de GH". Recordemos, fidelizamos y aprovechamos contenidos. Además retroalimentamos... joder, cómo se lo montan!
Pero no acaba aquí la cosa- Esos 4 o 5 cañones que tiene T5 y en los que sustenta su existencia como cadena son también generadores de contenidos en un tercer tipo de programas, que, no siendo derivados de la marca principal, sí se valen de su tirón para seguir exprimiendo la naranja. El programa de Ana Rosa, Sálvame diario, Sálvame Deluxe o Qué tiempo tan feliz son algunos de estos contenidos que podríamos establecer en un tercer nivel de explotación y retroalimentación a raíz de las marcas matriz.
Mientras escribo, se me viene a la cabeza pensando en la concepción del modelo T5, la de un centro comercial. Un lugar donde existen 4 o 5 tiendas (normalmente de Inditex y similares) que son la llamada a la compra y visita al lugar (la cadena), y luego, a mayores, otra serie de tiendas que están ahí, que quizás por ir a ellas solamente no te desplazarías hasta el centro comercial citado, pero que ya que estás y que te has comprado unos pantalones en el Zara y unas zapatillas en Pull, pues quizás en una de estas encuentres la camisa a juego. Y oye, que sin darte cuenta, se nos ha pasado la tarde entera en el Gran Plaza, Borja!
Sí amigos, es, para mí, un ejemplo genial, digno de estudio, de cómo crear marca y explotarla hasta la última gota. Fideliza, abarata y retroalimenta. Y lo hace además sabiendo no quemar sus marcas. Cuidándolas con mucho tacto, siendo conscientes de que, si su centro comercial, se queda sin Inditex, lo más probable es que se vaya al carallo.
Un saludo y salud para tod@s!
sí, lo sé. Debería escribir más a menudo o cerrar el chiringuito. El caso es que lo primero no lo voy a forzar, porque no quiero y a veces no podría, y lo segundo pues me da cierta penilla. Además, existen ciertos días en los que sí me apetece escribir y sobre todo, creo tener algo interesante que comentar con todos vosotros, que por cierto, si hiciéramos un análisis cuantitativo del blog no sería nada sobresaliente pero en la parte cualitativa, en lo que se refiere a llegar a quien debe de llegar, creo que estamos acertando de pleno en el target comercial. Ya solo falta que venga Monsanto a poner pasta. Entonces sí, lo cerraré.
El tema es que el otro día me lié a comentar en twitter (para quien no lo sepa @rubengfranco) sobre el tremendo modelo de programación que T5 se ha currado en estos últimos años y que como todos sabéis funciona como una máquina bien engrasada. Porque lo está.
Para empezar diría que T5 no es en realidad una cadena de TV al uso. Como yo lo veo es más bien un grupo de marcas, de grandes marcas que funcionan como cañones, que en ocasiones se refuerzan las unas a las otras y, sobre todo, que ayudan a crear parrilla, a sacar contenidos de la propia marca, con lo que eso supone a la hora de, por una parte fidelizar audiencia y segundo, abaratar el coste €/minuto de estos programas filiales.
Después de haber reflexionado sobre estos asuntos, tengo claro que jamás se me ocurrirá ir con DARUMA a T5 hablándoles del nuevo branding del 2020 ni de tonterías de ese estilo. No pretendo ser quien enseñe a un padre a hacer hijos, y ellos son de familia numerosa.
Las grandes marcas las conocemos todos. Supervivientes, La Voz, Gran Hermano, GH VIP... Digamos que son este tipo de marcas, (ya no hablo de programas) las que dan lugar a que contenidos secundarios, con esas dos ventajas (al menos) que antes comentábamos funcionen de manera impecable y como un reloj en parrilla. Esas filiales serían contenidos derivados directamente de las propias marcas, tipo "El Debate de GH". Recordemos, fidelizamos y aprovechamos contenidos. Además retroalimentamos... joder, cómo se lo montan!
Pero no acaba aquí la cosa- Esos 4 o 5 cañones que tiene T5 y en los que sustenta su existencia como cadena son también generadores de contenidos en un tercer tipo de programas, que, no siendo derivados de la marca principal, sí se valen de su tirón para seguir exprimiendo la naranja. El programa de Ana Rosa, Sálvame diario, Sálvame Deluxe o Qué tiempo tan feliz son algunos de estos contenidos que podríamos establecer en un tercer nivel de explotación y retroalimentación a raíz de las marcas matriz.
Mientras escribo, se me viene a la cabeza pensando en la concepción del modelo T5, la de un centro comercial. Un lugar donde existen 4 o 5 tiendas (normalmente de Inditex y similares) que son la llamada a la compra y visita al lugar (la cadena), y luego, a mayores, otra serie de tiendas que están ahí, que quizás por ir a ellas solamente no te desplazarías hasta el centro comercial citado, pero que ya que estás y que te has comprado unos pantalones en el Zara y unas zapatillas en Pull, pues quizás en una de estas encuentres la camisa a juego. Y oye, que sin darte cuenta, se nos ha pasado la tarde entera en el Gran Plaza, Borja!
Sí amigos, es, para mí, un ejemplo genial, digno de estudio, de cómo crear marca y explotarla hasta la última gota. Fideliza, abarata y retroalimenta. Y lo hace además sabiendo no quemar sus marcas. Cuidándolas con mucho tacto, siendo conscientes de que, si su centro comercial, se queda sin Inditex, lo más probable es que se vaya al carallo.
Un saludo y salud para tod@s!
lunes, 22 de diciembre de 2014
ÁNGEL DE LA CRUZ: GUIONISTA CON VARIOS GOYAS, PERO SOBRE TODO UN GRAN CONVERSADOR.
Hoy contamos en El Francotirador Audiovisual, con Ángel de la Cruz. La mayoría lo conoceréis por su trabajo en Arrugas, una peli que dió la vuelta al mundo, con excelentes críticas y varios reconicimientos, pero verdaderamente contamos con un testigo privilegiado que nos puede hablar de la realidad del panorama audiovisual en los últimos años desde la veracidad que ofrece la cercanía; el haber estado allí. El artículo una vez más merece mucho la pena.
Gracias amigo, por muchos proyectos juntos!
Hacer
cine es volar.
Hace
ya un tiempo, el amigo Rubén García Franco, autor y artífice
de este blog, nos invitó a varios profesionales del audiovisual,
entre los que tuve el privilegio de hallarme, a que escribiésemos
una entrada para El francotirador audiovisual.
Cargaré
entonces con balas de plata —para poder abatir incluso a los
lobisomes, si hubiera o hubiese menester— mi carabina, a la
espera de que, al contrario que la de Ambrosio, sirva para el
objetivo que pretendía Rubén de informar y divulgar temas de
reflexión sobre nuestro audiovisual y, tratándose de mí, de
nuestro cine.
Hace,
escasamente un mes, se inauguró en el Museo Gaiás de la
Cidade da Cultura de Galicia la exposición Cinegalicia
25 que conmemora el veinticinco aniversario del estreno de
los tres primeros largometrajes gallegos exhibidos comercialmente en
salas de cine: Continental, Urxa y Sempre Xonxa.
Veinticinco años nada más. Pero, también, veinticinco años nada
menos.
Comisariada
por el escritor y crítico de cine —y, sin embargo, amigo—
Miguel Anxo Fernández, la muestra es una oportunidad única
para conocer la historia de nuestro cine y, por ende, nuestra propia
historia porque el cine no es más que el reflejo de las inquietudes
de las que una sociedad disfruta o adolece.
Miguel
Anxo Fernández, comisario de Cinegalicia 25, reflejado en el espejo
de maquillaje de Chano Piñeiro (propiedad de Mariluz Montes)
De
las muchas frases que nos ha dejado Chano Piñeiro para la
posteridad hay una que a mí me gusta especialmente por encima de
todas las demás y que su viuda, Mariluz Montes, no se cansa
de repetir: “Facer cine é voar”. Sí, tenía razón el
añorado Chano, hacer cine es volar. Y esa es la sensación
que te queda después de visitar esta exposición, la de que has
volado a través de los años, la historia y el esfuerzo de un
colectivo que, si bien es muy joven, suma muchos años de esfuerzo,
voluntad, tenacidad y una perseverancia fuera de lo común. Sangre,
sudor y lágrimas en sueños de celuloide.
Por
eso, porque hacer cine es volar, no es coincidencia que, en primer
lugar, nada más entrar, el visitante se encuentre una sección
dedicada a las tres películas inaugurales del cine gallego en la
que, de entre todos los objetos allí exhibidos, destaca uno: la
bicicleta voladora do Caladiño que pudimos ver en Sempre
Xonxa. Perfecta mezcla, como el cine mismo, de magia y
fantasía —esa que siempre ha tenido el hombre y que tenía Chano:
volar, en este caso como metáfora cinetécnica— y el neorrealismo
de nuestra cinematografía autóctona. Porque nosotros no volamos
como Supermán, ni en lujosos aviones o naves espaciales, ni
con sustancias lisérgicas de ningún tipo, sino en humildes
bicicletas con alas. Eso sí, provistas hasta de orinal, muy útil y
de agradecer, para que, si al pasajero del aparello le entra
ganas de hacer aguas menores en pleno vuelo, no se vea obligado a
miccionar sobre los mortales que se quedaron en tierra firme.
Realismo mágico gallego donde los haya.
La
bicicleta alada do Caladiño
Junto
a la bicicleta está también el neón de Continental
(Xavier Villaverde, 1989) o el monolito de Urxa
(Carlos L. Piñeiro, Alfredo G. Pinal, 1989), además de otros
objetos como numerosas fotos y afiches, las pistolas del cartel de la
primera, la claqueta de Xonxa o la boina que usaba el propio
Chano.
El
neón de Continental
Pero
no termina aquí la exposición, solo acaba de empezar. A
continuación, el visitante se adentra en la auténtica historia del
cine gallego comenzando por visitar los antecedentes, es decir, el
período que comenzó con el propio nacimiento del cine pues, si la
primera exhibición pública de los hermanos Lumière fue el
28 de diciembre de 1895 en el Grand Hotel del Boulevard de
Los Capuchinos de París, solo 9 meses después, como si
de un embarazo se tratase, el 4 de septiembre de 1896 se realizaba la
primera exhibición pública de películas en Galicia,
concretamente en el Teatro-Circo de A Coruña, para, al
año siguiente, inaugurar los primero rodajes, mérito del fotógrafo
francés afincado en Coruña, José Sellier. Junto con
Sellier, podemos
ir descubriendo en el recorrido los trabajos de otros precursores,
entre los que destacan el realizador José Gil, la primera
estrella del cine gallego, Carolina Otero —la Bella
Otero—, el primer gran exhibidor Isaac Fraga o la
primera película de ficción Miss Ledyia (José
Gil, 1916) en la que, por cierto, interpretaba un papel
secundario Alfonso Rodríguez Castelao. A esta siguieron
otras, todavía de cine mudo, que también tienen su hueco en la
exposición como Carmiña, flor de Galicia (Rino
Lupo, 1926) o La tragedia de Xirobio (José
Signo, 1930). La llegada del sonoro a Galicia, el cine
durante la República, el cine del franquismo y apartados
especiales como el dedicado al ourensano Carlos Velo que,
exiliado en México, llegó incluso a estar preseleccionado a
los Oscar con su documental ¡Torero!
El
monolito de Urxa
Pero,
la sección principal de la exposición la constituye sin duda la
muestra de cine gallego, a partir de 1989, con 25 películas que
resumen los 25 años de trayectoria. Lógicamente hay muchas más,
pero el comité que las seleccionó tuvo mucho cuidado en elegir una
variada representación de todas las sensibilidades, temáticas,
géneros y estilos de nuestra filmografía común, desde el
costumbrismo al cine experimental, pasando por el dogma, el realismo
mágico y el cine más comercial.
Dramas, comedias y thrillers se fusionan en una amalgama de obras de
las que se exponen carteles, fotografías y objetos de lo más
variado. Así, Celda 211 (Daniel Monzón, 2009)
se codea con Todos vós sodes capitáns (Oliver
Laxe, 2010), o las preciosistas Belas durmintes
(Eloy Lozano, 2001) y León y Olvido (Xavier
Bermúdez, 2004) con las más innovadoras 18 comidas
(Jorge Coira, 2010) o la dogma —certificada por el mismo
Lars von Trier— Era outra vez (Juan Pinzás,
2000), solo por mencionar una pequeña muestra de su pluralidad.
No
os voy a desvelar los fetiches cinematográficos que allí
descubriréis, solo contaros que, entre las películas seleccionadas,
tengo el honor de que también haya sido elegida Los muertos van
deprisa, en cuyo rincón podéis encontrar desde una libreta de
localizaciones con acuarelas originales mías, al guión final de la
película anotado a mano, el guión técnico completo o el
story-board de la misma dibujado por Alberto Taracido.
También encontraréis expuesta la pieza de la cúspide del monumento
al percebe que impedía el paso del camión que conducía Neus
Asensi, provocando el atasco que da lugar al conflicto de la
película, o el pagaré comprometiendo favores sexuales que esta le
firma a Manquiña a cambio de información, ambos aportados
por la directora artística Marta Villar. Lugar preeminente,
además, ocupa la foto gigante de la “bombonera” (espacio en cuyo
interior se pueden asistir a la proyección de varias piezas
audiovisuales), casi a tamaño natural, de todo el equipo que comenzó
el rodaje en el 2006, antes de que la película se suspendiera, y que
continuó en el 2008, frente
a la cual está montada la recreación de un rodaje, idea genial de
carácter divulgativo donde se puede apreciar el puesto de cada
técnico o artista en un set de grabación (fantástica idea también
la de ampliar a tamaño póster una orden de rodaje para que
el público pueda apreciar en lo que vale la organización y el
esfuerzo que constituye una jornada de grabación).
La
esquina de Los muertos van deprisa
Este
gigantesco daguerrotipo es, sin duda, uno de los elementos que más
impresiona. Aunque a mí, personalmente, me encantó la vaca de los
Crebinsky (Enrique Otero, 2009) y, sobre todo,
mi preferido: el trabajadísimo set en miniatura de la película de
stop-motion O Apóstolo (Fernando Cortizo,
2012).
Decorado en miniatura de la Biblioteca de O Apostolo
Además
de esta sección principal, os encontraréis las secciones Galicia
Plató de Cine, con otras 25 películas foráneas rodadas aquí
(largometrajes, entre otros, de Amenábar, Almodóvar,
Fernando León de Aranoa, Gerardo Herrero, Adolfo
Aristarain o el mismo Roman Polansky), 25 Ficcións
Televisivas (series y películas para televisión como Padre
Casares, Platos combinados, Libro defamilia,
Entre bateas, Mar libre, Matalobos, etc.) y 25 Pezas Máis
, en las que hallaréis desde cortometrajes y videocreaciones a cine
de animación.
Aquí,
en la sección de animación, están también El bosque
animado, con sus carteles, planchas de story-board,
fichas manuscritas de mi puño y letra de la escaleta previa al
guión, la novela que utilicé para la adaptación original, anotada
y subrayada por mí, etc., o Arrugas, representada por
el cartel de su exhibición en Japón a cargo de los estudios
Ghibli de Hayao Miyazaki, el libro de arte de la
película, el cómic original y el Goya al Mejor Guión
Adaptado de 2012 al lado de la última versión del propio guión.
Y no es, ni mucho menos, el único Goya que campa por la
exposición.
Pero
no termina aquí el recorrido, porque que también os encontraréis
las secciones Cine en Papel, con todo tipo de publicaciones
sobre cine gallego (revistas, diccionarios, ensayos, etc.) que podéis
hojear y Contornos, que abarca información diversa sobre
festivales, asociacionismo, escuelas, instituciones, webseries, etc.
Como
decía al comienzo, una forma fantástica de aprender sobrevolando la
filmografía gallega desde sus comienzos. Pero también una forma de
entender que no debemos olvidar nuestra herencia porque, para que
ahora algunos podamos llevar a cabo nuestros proyectos, desde las
películas con ambición más comercial hasta las ideas más
vanguardistas o experimentales del citado cine autoral, tuvo
que haber antes unos visionarios que a golpe de fouciño
desbrozaran la maleza de la fraga. Para que ahora podamos dedicarnos
a este oficio, tuvieron antes que aprender, fracasar o triunfar
muchas generaciones de cineastas, empresarios, actores, autores y
artistas de todo tipo que sobrevolaron con rústicas bicicletas
aladas los accidentes de esta peculiar orografía profesional e
industrial gallega.
Hablando
en plata —la misma que la de las balas de mi carabina—, jamás
podrían haberse estrenado filmes como Vikingland (Xurxo
Chirlo, 2011) o el ya mencionado Todos vós sodes capitáns
sin el concurso anterior de creadores como Carlos Velo, Eugenio
Granell o Ignacio Pardo, por ejemplo. Ni producciones como
la mentada Celda 211 o Concursante
(Rodrigo Cortés, 2007) si antes no se hubieran rodado
Contiental o Dame Lume (Héctor Carré,
1994). Ni existirían Padre Casares, Luci o Pazo de Familia si no hubiesen abierto en su día la puerta de la ficción televisiva Os outros feirantes o Pratos Combinados. O, por utilizar un ejemplo más reciente, no existiría A
esmorga (Ignacio Vilar, 2014) si no existiesen Urxa
o Sempre Xonxa.
Carlos Velo, ¿viejo precursor do Novo Cinema Galego?
Ni
yo tampoco estaría escribiendo hoy esto si hace 25 años, cuando aún
trabajaba en una ingeniería, Chano, Xavier y Alfredo y
Carlos no hubiesen estrenado sus respectivos filmes.
En
definitiva, 25 años es una fecha ideal para recapitular y
reflexionar. Porque, parafraseando libremente a Cicerón, un
pueblo que olvida su pasado es un pueblo sin futuro. Para esto,
precisamente, sirven las exposiciones conmemorativas. Para eso y
para, como el propio cine, educar, divertir y entretener al público.
¡Enhorabuena!,
Cinegalicia25 lo ha conseguido.
martes, 16 de septiembre de 2014
MANEL IGLESIAS: UN HOMBRE DEL OFICIO.
Hoy os dejo una entrada del amigo Manel Iglesias. Profesional de los que estuvo presente en la puesta en marcha de las generalistas nacionales. Entre otras es director de diferentes galas de los Goya o productor ejecutivo de Gran Hermano 1 y 2. Merece la pena; el texto y él mismo. Disfrutadla.
La TV: Un oficio del siglo XX
Debo dar las gracias porque soy un privilegiado, y me siento muy agradecido por ello. He tenido la suerte de poder trabajar en lo que me gusta durante los últimos 30 años de mi vida, y además, desarrollar mi trabajo con la libertad que me daba hacerlo como free lancer, es decir, como profesional independiente, lo que me ha dado la posibilidad de conocer muchas emisoras y productoras de TV y sus diferentes sistemas de producción, además de viajar muchísimo y estar en lugares a los que nunca hubiese llegado aunque hubiese visitado como turista los países dónde se encuentran, y conocer gente con muchísimo talento en las más variadas artes escénicas y culturales; Desde músicos nacionales e internacionales, showmans y comunicadores de todo tipo, actores y actrices, directores de cine, escritores, etc, hasta astronautas, científicos, deportistas o premios Nobel, junto a otras personas que, aunque más anónimas, tienen tanto o más talento y valor humano que las conocidas por el gran público. Son gente que me han enseñado muchas cosas a nivel profesional, pero que además, me han hecho crecer personalmente; y todo esto hubiese sido mucho más difícil si no trabajase en un oficio como al que tuve la suerte de pertenecer: El oficio de hacer TV.
Cuando empezamos en esto éramos muy pocos. Solo existía TVE y alguna TV autonómica con lengua propia, las privadas estaban todavía a un lustro de estrenarse y la TDT no era ni una hipótesis. Eran mediados de los 80 y la profesión era muy diferente a lo que es hoy en día, tanto técnicamente como en las diferentes responsabilidades de la misma porque, generalmente las TV eran gestionadas por profesionales del sector, mientras que la publicidad no había impuesto aún su ley en las parrillas. Nosotros no fuimos los pioneros en este oficio, pero sí fuimos testigos y cómplices de su desarrollo. El soporte fotoquímico estaba dando sus últimos coletazos ante el empuje y la rapidez en los procesos del electromagnético como paso previo al digital, mientras que los contenidos, sus expectativas y objetivos eran totalmente distintos, y la presión comercial era incipiente aún. En aquel tiempo la producción todavía era lineal y todo era mucho más artesanal, con procesos más lentos y caros, por lo que el oficio y el conocimiento eran fundamentales para llevar a buen término cualquier proyecto de una manera rápida y rentable, la experiencia era muy valorada y había mucha demanda de profesionales; había mucho trabajo y éramos muy pocos. Fueron buenos tiempos.
Después de diseñar y ejecutar muchos programas en directo para cadenas comerciales y productoras de España y Portugal, y de haber trabajado durante años como realizador y director de programas en diferentes géneros de la TV, me especialicé en un tipo de producción que me resultó muy gratificante y a la que me he dedicado últimamente; las retransmisiones en directo de grandes espectáculos, dónde todo el esfuerzo realizado en la preproducción, se materializa en un solo día en un show de dos o tres horas, dónde equipos muy numerosos de personas se sincronizan con armonía y efectividad y donde el nivel de profesionalización es muy alto, ya que trabajas con presupuestos algo más holgados (aunque ya no tanto), siendo un proceso emocionantemente creativo durante toda la preparación del evento, para terminar eclosionando en una sola toma y delante de un público que generalmente suele pertenecer al cine, la radio, la TV, la música, etc, y que asisten con respeto al trabajo en escena de artistas de todo tipo, mientras la verdadera coreografía está oculta al público, y se realiza detrás de los decorados con centenares de movimientos coordinados en el Backstage, pero casi nunca bien ensayados por falta de tiempo, en un derroche de adrenalina que os aseguro que crea adicción. Los premios Goya, los Ondas y otros diferentes shows, son un ejemplo de este género en España, inspirados siempre en los realizados en Estados Unidos pero con una mínima parte del presupuesto de aquellos. Y eso siempre se nota.
Me encantaría trasmitiros las sensaciones vividas antes del inicio de cada espectáculo. Esos instantes previos donde la mariposas revolotean en tu estomago cuando todo está en calma, mientras los artistas se visten y se maquillan, se limpia el escenario y tú tienes todo o casi todo preparado para empezar. Es como la calma previa a la tormenta, como si una energía colectiva confluyese en un mismo tiempo y espacio del universo, provocando una energía aún mayor. Y así es.
Sí, soy un privilegiado por poder pasar por todos estos procesos una y otra vez y terminar en un avión de regreso a casa disfrutando de tantas y tantas sensaciones vividas y con la gratitud de haber conocido gente que te ha regalado su profesionalidad y llenado de humanidad. Es un género dónde la calma y el temple son propiedades esenciales ya que, como director y realizador, tu estado anímico se contagia al resto del equipo. Bueno, eso pasa en casi todas las facetas de la vida pero quizás en esta profesión todavía más. Si eres un director seguro, el equipo aunque sea inexperto tendrá siempre en ti una referencia, funcionará como un reloj y con la sincronía necesaria para que toda fluya con armonía y efectividad, pero lamentablemente, lo contrario también ocurre. He visto buenísimos equipos y muy profesionales yendo de un lado para otro dando palos de ciego bajo las ordenes de un responsable especulador e inseguro, y sin embargo, equipos inexpertos dándolo todo y funcionando sincrónicamente con una dirección efectiva y armónica. Evidentemente, la actitud y personalidad de un profesional referente se extrapola al funcionamiento del equipo.
La gente piensa que cuando estás en el control, realizando la mezcla, es el momento más complicado y no es así, ya que si has podido organizar el escenario y hecho la puesta en escena, lo tienes todo clarísimo y solo estás pendiente de una desincronización o un accidente, porque al haber diseñado la escaleta y haberla implantado en el espacio, sientes la estructura, fluye dentro de ti y las situaciones se van sucediendo tal y como las has ordenado y organizado. Durante el directo solo mezclas lo diseñado en el espacio previamente y además, debe plantearse como si fuera una obra de teatro, preocupándose tanto del público asistente como el de TV, porque la atmosfera que consigues en la sala se suele percibir en los hogares y, por lo tanto, no debe haber ni un segundo de descanso en la escena, para que siempre la atención del espectador se vea recompensada.. El verdadero trabajo es organizar los personajes en base al contenido para poder luego, con tu equipo, trasladar todo lo que pasa en el escenario y en el público asistente a los espectadores. Es un momento mágico en el que puedes estar en dos sitios a la vez, en el lugar donde se desarrolla la producción y en los hogares; y ese sí que es un verdadero privilegio, ya que nuestra misión es transmitir a la audiencia, el talento de todos los artistas que están sobre las tablas, y mostrar su arte sin que se note en exceso nuestro trabajo; como un director de orquesta que no hace música pero que convierte todos los sonidos individuales en una sintonía audible. La retransmisión en directo de un gran evento es un momento único dónde todo lo que has imaginado, negociado, conseguido, sufrido y aceptado se hace realidad, y donde aprecias la profesionalidad de todos y de cada uno de los miembros de tu equipo y su empatía contigo y con el proyecto. Es un momento dónde toda la energía creativa de decenas de profesionales y artistas confluye en la pantalla.
Si tengo que contaros alguna de las conclusiones a las que he llegado a lo largo de todos estos años, resaltaría con especial énfasis que cuanto más grande es el artista o el profesional con el que trabajes, más humilde será en el trato con el equipo. Lo malo es que al revés también suele ser verdad. Hay montones de anécdotas que corroboran esta conclusión pero os voy a contar solo una: En una ocasión tuve la inmensa suerte de convivir durante una semana en el Starmus Festival con nueve astronautas que pisaron la luna, entre los que se encontraba Neil Armstrong, y con los cosmonautas rusos de la carrera espacial, que no se conocían personalmente, además de varios premios Nobel de astronomía, eminentes científicos y músicos como Brian May. Durante ese período compartimos mesa, viajamos en autobús, en avión y vimos juntos la puesta de sol y las estrellas en diferentes lugares. Si supieseis la ternura y humildad tan grande que mostraban entre sí y con nosotros gente tan grande en la historia de la humanidad… eran tan trascendentes y profundos; ellos sí que habían visto cosas que nosotros no creeríamos y sin embargo eran tremendamente espirituales, humildes y derrochaban amabilidad. En una ocasión le preguntamos a Neil Armstrong mientras comía, si necesitaba algo más, y él se quedó pensando y dijo: “¿Puedes devolverme la Vida? ”… Nos quedamos en blanco, petrificados. Nosotros le hicimos una pregunta banal y él, un hombre tan importante para la historia como Cristóbal Colón, nos contestó con una espiritualidad impensable. Un año después murió. Nunca lo olvidaré.
Anécdotas como esta hay montones y no quiero eternizarme, pero quedaros con que a la gente se le puede conocer por cómo trata a los que trabajan con él. Cuando sabes quién eres y lo que haces, no necesitas reivindicarte ni demostrárselo a nadie con prepotencia y autoridad, y no necesitas trabajar el miedo en tu equipo sino el respeto, y eso se gana día a día, mientras que si tienes dudas sobre ti mismo, intentarás mirarte en los ojos de los demás, aparentar quien no eres en realidad, e imponer tu criterio sin escuchar las opiniones de los que te rodean. La profesión se puede aprender porque es un oficio, pero para saber trabajar en equipo, o naces con esa capacidad o no hay nada que hacer.
Cuando trabajas de Free lancer vives tan pendiente del teléfono como cualquier artista, y eso solo lo puedes hacer cuando ya llevas unos años en la carretera, ya que de otro modo resulta imposible sobrevivir por la separación en el tiempo de los trabajos, y más en este momento que nos toca vivir. No se debe confundir con la realidad laboral de hoy en día, donde te contratan y te echan a la calle hasta que encuentras otro sitio donde trabajar. Un free lancer es, o era al menos, una forma de vida laboral elegida, que demuestra una gran valentía y seguridad en sí mismo, y que permite compaginar la vida personal y profesional, porque hace mucho que ser rico es tener tiempo y no dinero. Pero también resulta muy fácil hacerte daño porque vives de tu prestigio y esto, en muchas ocasiones y aunque parezca mentira, no depende solo de ti. Hay gente con mucho talento que no tiene ni una sola oportunidad y mucha gente con ausencia de él que se mantiene durante años en la profesión.
Cuando empezaba este siglo, todos los profesionales que trabajan en esta industria estaban o querían estar metidos en productoras y en cadenas de TV, sin embargo, el mercado en Estados Unidos era diferente, ya que allí era mucho más dinámico y había un amplio mercado de especialistas. Y yo me fijé en la producción americana y pensé que ese modelo laboral era el que se iba a implantar en España con el tiempo dadas las excesivas plantillas y los costes laborales de la gente, pero me equivoqué. Olvidé que este país era diferente.
Hubo un tiempo en el que parecía que el mercado tendía hacia esa especialización, pero la entrada en bolsa de los operadores cambió la tendencia, ya que redujo la inversión, orientándola hacia una TV mucho más económica para hacerla más rentable, además de la incorporación al mercado laboral de muchísima gente nueva que la industria no pudo asumir. Mucha más oferta de profesionales y muy poca demanda laboral ocasionó una caída de salarios generalizada, que junto con la condensación de las emisoras en pocos grupos empresariales, redujo la producción de programas a pocas empresas satélite y se agudizó con el cambio de sistema económico de 2007, lo que provocó la tormenta perfecta. Se sumó una crisis global a la ya iniciada en el sector audiovisual. Ahora, un profesional independiente tiene muy pocas posibilidades de trabajo si no está bajo en la órbita de determinadas corporaciones.
Sin embargo, a pesar de la situación actual de la industria, esta es una profesión que, como la vida, ha evolucionado o degenerado según como se mire y quien lo diga, pero que en cualquier caso, a mí no ha hecho más que hacerme crecer como persona, sintiéndome tremendamente agradecido a todos y cada uno de los grandísimos compañeros con los que tuve el placer de trabajar durante todo este tiempo y sin los cuales yo no hubiese podido hacer nada, porque el trabajo en TV es, ante todo, una sinergia entre muchos profesionales para llevar a buen término un proyecto, casi siempre liderados por un profesional que, por su experiencia y actitud, condensa toda la energía negativa y la transforma en positiva, es decir, filtra las presiones que recibe y mantiene al equipo a salvo de las cosas que solo debe saber él, para que éste trabaje lo más tranquilo y libre posible. Es un oficio que solo si lo amas podrás resistir todas las horas que echas en él y superar todas las desilusiones que puedas sentir, porque seguro que si lo aprovechas bien, enriquecerá tu vida. Hay muchos mundos diferentes en esta profesión y solo hay que encontrarlos.
La TV: Un oficio del siglo XX
Debo dar las gracias porque soy un privilegiado, y me siento muy agradecido por ello. He tenido la suerte de poder trabajar en lo que me gusta durante los últimos 30 años de mi vida, y además, desarrollar mi trabajo con la libertad que me daba hacerlo como free lancer, es decir, como profesional independiente, lo que me ha dado la posibilidad de conocer muchas emisoras y productoras de TV y sus diferentes sistemas de producción, además de viajar muchísimo y estar en lugares a los que nunca hubiese llegado aunque hubiese visitado como turista los países dónde se encuentran, y conocer gente con muchísimo talento en las más variadas artes escénicas y culturales; Desde músicos nacionales e internacionales, showmans y comunicadores de todo tipo, actores y actrices, directores de cine, escritores, etc, hasta astronautas, científicos, deportistas o premios Nobel, junto a otras personas que, aunque más anónimas, tienen tanto o más talento y valor humano que las conocidas por el gran público. Son gente que me han enseñado muchas cosas a nivel profesional, pero que además, me han hecho crecer personalmente; y todo esto hubiese sido mucho más difícil si no trabajase en un oficio como al que tuve la suerte de pertenecer: El oficio de hacer TV.
Cuando empezamos en esto éramos muy pocos. Solo existía TVE y alguna TV autonómica con lengua propia, las privadas estaban todavía a un lustro de estrenarse y la TDT no era ni una hipótesis. Eran mediados de los 80 y la profesión era muy diferente a lo que es hoy en día, tanto técnicamente como en las diferentes responsabilidades de la misma porque, generalmente las TV eran gestionadas por profesionales del sector, mientras que la publicidad no había impuesto aún su ley en las parrillas. Nosotros no fuimos los pioneros en este oficio, pero sí fuimos testigos y cómplices de su desarrollo. El soporte fotoquímico estaba dando sus últimos coletazos ante el empuje y la rapidez en los procesos del electromagnético como paso previo al digital, mientras que los contenidos, sus expectativas y objetivos eran totalmente distintos, y la presión comercial era incipiente aún. En aquel tiempo la producción todavía era lineal y todo era mucho más artesanal, con procesos más lentos y caros, por lo que el oficio y el conocimiento eran fundamentales para llevar a buen término cualquier proyecto de una manera rápida y rentable, la experiencia era muy valorada y había mucha demanda de profesionales; había mucho trabajo y éramos muy pocos. Fueron buenos tiempos.
Después de diseñar y ejecutar muchos programas en directo para cadenas comerciales y productoras de España y Portugal, y de haber trabajado durante años como realizador y director de programas en diferentes géneros de la TV, me especialicé en un tipo de producción que me resultó muy gratificante y a la que me he dedicado últimamente; las retransmisiones en directo de grandes espectáculos, dónde todo el esfuerzo realizado en la preproducción, se materializa en un solo día en un show de dos o tres horas, dónde equipos muy numerosos de personas se sincronizan con armonía y efectividad y donde el nivel de profesionalización es muy alto, ya que trabajas con presupuestos algo más holgados (aunque ya no tanto), siendo un proceso emocionantemente creativo durante toda la preparación del evento, para terminar eclosionando en una sola toma y delante de un público que generalmente suele pertenecer al cine, la radio, la TV, la música, etc, y que asisten con respeto al trabajo en escena de artistas de todo tipo, mientras la verdadera coreografía está oculta al público, y se realiza detrás de los decorados con centenares de movimientos coordinados en el Backstage, pero casi nunca bien ensayados por falta de tiempo, en un derroche de adrenalina que os aseguro que crea adicción. Los premios Goya, los Ondas y otros diferentes shows, son un ejemplo de este género en España, inspirados siempre en los realizados en Estados Unidos pero con una mínima parte del presupuesto de aquellos. Y eso siempre se nota.
Me encantaría trasmitiros las sensaciones vividas antes del inicio de cada espectáculo. Esos instantes previos donde la mariposas revolotean en tu estomago cuando todo está en calma, mientras los artistas se visten y se maquillan, se limpia el escenario y tú tienes todo o casi todo preparado para empezar. Es como la calma previa a la tormenta, como si una energía colectiva confluyese en un mismo tiempo y espacio del universo, provocando una energía aún mayor. Y así es.
Sí, soy un privilegiado por poder pasar por todos estos procesos una y otra vez y terminar en un avión de regreso a casa disfrutando de tantas y tantas sensaciones vividas y con la gratitud de haber conocido gente que te ha regalado su profesionalidad y llenado de humanidad. Es un género dónde la calma y el temple son propiedades esenciales ya que, como director y realizador, tu estado anímico se contagia al resto del equipo. Bueno, eso pasa en casi todas las facetas de la vida pero quizás en esta profesión todavía más. Si eres un director seguro, el equipo aunque sea inexperto tendrá siempre en ti una referencia, funcionará como un reloj y con la sincronía necesaria para que toda fluya con armonía y efectividad, pero lamentablemente, lo contrario también ocurre. He visto buenísimos equipos y muy profesionales yendo de un lado para otro dando palos de ciego bajo las ordenes de un responsable especulador e inseguro, y sin embargo, equipos inexpertos dándolo todo y funcionando sincrónicamente con una dirección efectiva y armónica. Evidentemente, la actitud y personalidad de un profesional referente se extrapola al funcionamiento del equipo.
La gente piensa que cuando estás en el control, realizando la mezcla, es el momento más complicado y no es así, ya que si has podido organizar el escenario y hecho la puesta en escena, lo tienes todo clarísimo y solo estás pendiente de una desincronización o un accidente, porque al haber diseñado la escaleta y haberla implantado en el espacio, sientes la estructura, fluye dentro de ti y las situaciones se van sucediendo tal y como las has ordenado y organizado. Durante el directo solo mezclas lo diseñado en el espacio previamente y además, debe plantearse como si fuera una obra de teatro, preocupándose tanto del público asistente como el de TV, porque la atmosfera que consigues en la sala se suele percibir en los hogares y, por lo tanto, no debe haber ni un segundo de descanso en la escena, para que siempre la atención del espectador se vea recompensada.. El verdadero trabajo es organizar los personajes en base al contenido para poder luego, con tu equipo, trasladar todo lo que pasa en el escenario y en el público asistente a los espectadores. Es un momento mágico en el que puedes estar en dos sitios a la vez, en el lugar donde se desarrolla la producción y en los hogares; y ese sí que es un verdadero privilegio, ya que nuestra misión es transmitir a la audiencia, el talento de todos los artistas que están sobre las tablas, y mostrar su arte sin que se note en exceso nuestro trabajo; como un director de orquesta que no hace música pero que convierte todos los sonidos individuales en una sintonía audible. La retransmisión en directo de un gran evento es un momento único dónde todo lo que has imaginado, negociado, conseguido, sufrido y aceptado se hace realidad, y donde aprecias la profesionalidad de todos y de cada uno de los miembros de tu equipo y su empatía contigo y con el proyecto. Es un momento dónde toda la energía creativa de decenas de profesionales y artistas confluye en la pantalla.
Si tengo que contaros alguna de las conclusiones a las que he llegado a lo largo de todos estos años, resaltaría con especial énfasis que cuanto más grande es el artista o el profesional con el que trabajes, más humilde será en el trato con el equipo. Lo malo es que al revés también suele ser verdad. Hay montones de anécdotas que corroboran esta conclusión pero os voy a contar solo una: En una ocasión tuve la inmensa suerte de convivir durante una semana en el Starmus Festival con nueve astronautas que pisaron la luna, entre los que se encontraba Neil Armstrong, y con los cosmonautas rusos de la carrera espacial, que no se conocían personalmente, además de varios premios Nobel de astronomía, eminentes científicos y músicos como Brian May. Durante ese período compartimos mesa, viajamos en autobús, en avión y vimos juntos la puesta de sol y las estrellas en diferentes lugares. Si supieseis la ternura y humildad tan grande que mostraban entre sí y con nosotros gente tan grande en la historia de la humanidad… eran tan trascendentes y profundos; ellos sí que habían visto cosas que nosotros no creeríamos y sin embargo eran tremendamente espirituales, humildes y derrochaban amabilidad. En una ocasión le preguntamos a Neil Armstrong mientras comía, si necesitaba algo más, y él se quedó pensando y dijo: “¿Puedes devolverme la Vida? ”… Nos quedamos en blanco, petrificados. Nosotros le hicimos una pregunta banal y él, un hombre tan importante para la historia como Cristóbal Colón, nos contestó con una espiritualidad impensable. Un año después murió. Nunca lo olvidaré.
Anécdotas como esta hay montones y no quiero eternizarme, pero quedaros con que a la gente se le puede conocer por cómo trata a los que trabajan con él. Cuando sabes quién eres y lo que haces, no necesitas reivindicarte ni demostrárselo a nadie con prepotencia y autoridad, y no necesitas trabajar el miedo en tu equipo sino el respeto, y eso se gana día a día, mientras que si tienes dudas sobre ti mismo, intentarás mirarte en los ojos de los demás, aparentar quien no eres en realidad, e imponer tu criterio sin escuchar las opiniones de los que te rodean. La profesión se puede aprender porque es un oficio, pero para saber trabajar en equipo, o naces con esa capacidad o no hay nada que hacer.
Cuando trabajas de Free lancer vives tan pendiente del teléfono como cualquier artista, y eso solo lo puedes hacer cuando ya llevas unos años en la carretera, ya que de otro modo resulta imposible sobrevivir por la separación en el tiempo de los trabajos, y más en este momento que nos toca vivir. No se debe confundir con la realidad laboral de hoy en día, donde te contratan y te echan a la calle hasta que encuentras otro sitio donde trabajar. Un free lancer es, o era al menos, una forma de vida laboral elegida, que demuestra una gran valentía y seguridad en sí mismo, y que permite compaginar la vida personal y profesional, porque hace mucho que ser rico es tener tiempo y no dinero. Pero también resulta muy fácil hacerte daño porque vives de tu prestigio y esto, en muchas ocasiones y aunque parezca mentira, no depende solo de ti. Hay gente con mucho talento que no tiene ni una sola oportunidad y mucha gente con ausencia de él que se mantiene durante años en la profesión.
Cuando empezaba este siglo, todos los profesionales que trabajan en esta industria estaban o querían estar metidos en productoras y en cadenas de TV, sin embargo, el mercado en Estados Unidos era diferente, ya que allí era mucho más dinámico y había un amplio mercado de especialistas. Y yo me fijé en la producción americana y pensé que ese modelo laboral era el que se iba a implantar en España con el tiempo dadas las excesivas plantillas y los costes laborales de la gente, pero me equivoqué. Olvidé que este país era diferente.
Hubo un tiempo en el que parecía que el mercado tendía hacia esa especialización, pero la entrada en bolsa de los operadores cambió la tendencia, ya que redujo la inversión, orientándola hacia una TV mucho más económica para hacerla más rentable, además de la incorporación al mercado laboral de muchísima gente nueva que la industria no pudo asumir. Mucha más oferta de profesionales y muy poca demanda laboral ocasionó una caída de salarios generalizada, que junto con la condensación de las emisoras en pocos grupos empresariales, redujo la producción de programas a pocas empresas satélite y se agudizó con el cambio de sistema económico de 2007, lo que provocó la tormenta perfecta. Se sumó una crisis global a la ya iniciada en el sector audiovisual. Ahora, un profesional independiente tiene muy pocas posibilidades de trabajo si no está bajo en la órbita de determinadas corporaciones.
Sin embargo, a pesar de la situación actual de la industria, esta es una profesión que, como la vida, ha evolucionado o degenerado según como se mire y quien lo diga, pero que en cualquier caso, a mí no ha hecho más que hacerme crecer como persona, sintiéndome tremendamente agradecido a todos y cada uno de los grandísimos compañeros con los que tuve el placer de trabajar durante todo este tiempo y sin los cuales yo no hubiese podido hacer nada, porque el trabajo en TV es, ante todo, una sinergia entre muchos profesionales para llevar a buen término un proyecto, casi siempre liderados por un profesional que, por su experiencia y actitud, condensa toda la energía negativa y la transforma en positiva, es decir, filtra las presiones que recibe y mantiene al equipo a salvo de las cosas que solo debe saber él, para que éste trabaje lo más tranquilo y libre posible. Es un oficio que solo si lo amas podrás resistir todas las horas que echas en él y superar todas las desilusiones que puedas sentir, porque seguro que si lo aprovechas bien, enriquecerá tu vida. Hay muchos mundos diferentes en esta profesión y solo hay que encontrarlos.
jueves, 21 de agosto de 2014
¿POR QUÉ FRANCOTIRADOR?
No se trata de un nombre aleatorio, ni mucho menos. Da la medida exacta del tipo de temas que aquí se vienen tratando desde hace ya un tiempo.
En realidad el nombre del blog es un homenaje a un amigo al que le gusta usar el término para referirse al literalmente "adecuado profesional" del medio en lo que a producción se refiere. Me gustó la idea y, sin copiarla, sino inspirándome en ella, (pues claro!) decidí que sería un buen nombre para un blog que de lo que realmente iba a tratar es del negocio de la producción de televisión, pero más en concreto de esa fase dentro de la pre y dentro del desarrollo en el que empiezas a visualizar y enfocar el producto para un concreto operador.
Entiendo que si a cualquiera de nosotros nos pararan por la calle y nos preguntaran por el significado de la palabra "francotirador", primero fliparíamos sí, y segundo la mayoría responderíamos que se trata de un individuo que dispara de manera premeditada a una víctima previamente seleccionada. O algo similar... Esta definición aplicada al sector audiovisual es una de las que mejor definen, para mí, la labor de un productor creativo como tal.
Supongo que a cada tipo de currante del medio le tirará más una de las fases del proceso que conlleva una producción audiovisual que otra. En mi caso me encanta la venta, la estrategia de venta; el mercado. Analizar todas las variables posibles y estudiar las necesidades del que confías será tu comprador, para que llegado el momento le resulte verdaderamente complicado decir no a tu propuesta.
Para ello es necesario conocer las fortalezas históricas del operador televisivo de turno. ¿Qué contenidos le han funcionado especialmente bien?, ¿a qué target concreto se dirigen?, ¿cuánto invierten en producción para cada franja televisiva?, incluso, ¿qué imagen de canal quieren ofrecer de cara al exterior?.
Sí, son muchas preguntas y para algunas de ellas nunca llegaremos a encontrar respuesta o al menos la respuesta concreta, pero hacer este ejercicio nos ayudará a acercarnos a lo que sería una visualización del proyecto que pueden estar buscando o aquel que por otro motivo les pudiera entrar en parrilla.
En todo caso, y bajo mi punto de vista como siempre, conocer las fortalezas no es comparable en ningún supuesto a llegar a entender las debilidades presentes de la cadena. Sí amigos. Entiendo que para un cualquier francotirador no existirá mejor víctima que aquella que está dañada y apenas sí se puede mover.
Entender este tipo de problemáticas nos hará acercarnos mucho a la complicidad empresarial con la operadora y colorcarnos en una posición negociadora muy ventajosa. "No vengo aquí a vender, sino a ayudarte a solucionar tu problemas!". Se me pone el bello de punta!
Keynes hablaba de la teoría del valor marginal de cualquier producto en función de sus circunstancias y lo ejemplificaba con el supuesto caso del precio de una botella de agua en el medio del desierto o el de la misma botella al lado de una cascada.
No podría venir más a cuento. La demanda o las dificultades en mercado incrementan el valor del producto demandado y si somos conscientes de ellas a la hora de visitar a la cadena, podremos venderle la botella de agua no a precio de desierto, sino a precio de agua bendita.
Un saludo y salud compañeros!
En realidad el nombre del blog es un homenaje a un amigo al que le gusta usar el término para referirse al literalmente "adecuado profesional" del medio en lo que a producción se refiere. Me gustó la idea y, sin copiarla, sino inspirándome en ella, (pues claro!) decidí que sería un buen nombre para un blog que de lo que realmente iba a tratar es del negocio de la producción de televisión, pero más en concreto de esa fase dentro de la pre y dentro del desarrollo en el que empiezas a visualizar y enfocar el producto para un concreto operador.
Entiendo que si a cualquiera de nosotros nos pararan por la calle y nos preguntaran por el significado de la palabra "francotirador", primero fliparíamos sí, y segundo la mayoría responderíamos que se trata de un individuo que dispara de manera premeditada a una víctima previamente seleccionada. O algo similar... Esta definición aplicada al sector audiovisual es una de las que mejor definen, para mí, la labor de un productor creativo como tal.
Supongo que a cada tipo de currante del medio le tirará más una de las fases del proceso que conlleva una producción audiovisual que otra. En mi caso me encanta la venta, la estrategia de venta; el mercado. Analizar todas las variables posibles y estudiar las necesidades del que confías será tu comprador, para que llegado el momento le resulte verdaderamente complicado decir no a tu propuesta.
Para ello es necesario conocer las fortalezas históricas del operador televisivo de turno. ¿Qué contenidos le han funcionado especialmente bien?, ¿a qué target concreto se dirigen?, ¿cuánto invierten en producción para cada franja televisiva?, incluso, ¿qué imagen de canal quieren ofrecer de cara al exterior?.
Sí, son muchas preguntas y para algunas de ellas nunca llegaremos a encontrar respuesta o al menos la respuesta concreta, pero hacer este ejercicio nos ayudará a acercarnos a lo que sería una visualización del proyecto que pueden estar buscando o aquel que por otro motivo les pudiera entrar en parrilla.
En todo caso, y bajo mi punto de vista como siempre, conocer las fortalezas no es comparable en ningún supuesto a llegar a entender las debilidades presentes de la cadena. Sí amigos. Entiendo que para un cualquier francotirador no existirá mejor víctima que aquella que está dañada y apenas sí se puede mover.
Entender este tipo de problemáticas nos hará acercarnos mucho a la complicidad empresarial con la operadora y colorcarnos en una posición negociadora muy ventajosa. "No vengo aquí a vender, sino a ayudarte a solucionar tu problemas!". Se me pone el bello de punta!
Keynes hablaba de la teoría del valor marginal de cualquier producto en función de sus circunstancias y lo ejemplificaba con el supuesto caso del precio de una botella de agua en el medio del desierto o el de la misma botella al lado de una cascada.
No podría venir más a cuento. La demanda o las dificultades en mercado incrementan el valor del producto demandado y si somos conscientes de ellas a la hora de visitar a la cadena, podremos venderle la botella de agua no a precio de desierto, sino a precio de agua bendita.
Un saludo y salud compañeros!
lunes, 28 de julio de 2014
PABLO IGLESIAS Y LOS NUEVOS CONTENIDOS
Sí. Una vez más he de reconocer que el título poco tiene que ver con lo que vamos a hablar. Tiene que ver poco, pero ¿quién se resiste a estas alturas a no utilizar la ya marca "Pablo Iglesias" a la hora de buscar captar la atención de su audiencia? Yo desde luego no. Y, qué carallo, que en un minutito ésto te lo hilo para que el título acabe teniendo su cierta coherencia y todo.... Vamos a intentarlo.
Va a hacer ya casi 40 años que murió el Dictador y gracias a quien sea, lo cierto es que tanto la vida política como los contenidos audiovisuales y la forma de consumirlos han cambiado radicalmente. Más en el segundo de los ejemplos diría, aunque desde el año 82 y Felipe González, yo no veía un personaje político que fuera capaz de hacer crédulos a algunos que llevaban la mayor parte de su vida decepcionados y asqueados de la política y los políticos. Cinco escaños en cuatro meses de existencia han sido suficientes para poner en cierta tensión a los de un lado y a los del otro... Hasta hace poco el discurso del "nada cambia" imperaba en charlas de bar, y no de bar. Imperaba el hartazgo de lo de siempre, de las mismas caras y las misma forma de vendérnoslas. Llegó Pablo Iglesias, y básicamente gracias a una estrategia de comunicación humilde pero muy acertada, basada al 90% en la televisión y las redes sociales, consiguió hacer calar su mensaje. Desde ese día Mariano está intentando acceder a twitter. Aún no lo consiguió, dadle tiempo.
Pues de la misma manera en la que se ha apoyado en las nuevas tecnologías Pablo Iglesias para hacer llegar su mensaje a tanta gente sin tener que gastar millones de euros en panfletos, carteles y pegatinas, nosotros podemos también tener esa visibilidad valiéndonos de los nuevos contenidos que internet nos ofrece.
Por ejemplo, podemos montar un webshow. Un programa online que ha de contar con un presentador. El programa debe de ser periódico y aconsejable que sea grabado por lo de tener la red debajo. Es interesante pensar, en este caso, en emitirlo en un horario que pueda ser compatible con una hora de consumo televisivo importante también en Sudamérica.
Otro ejemplo más común es la webserie. Básicamente se trata de hacer una ficción, con capítulos más cortos de los que pueden emitir (y finalmente consumir la gente) en la tele y que todos vemos en 48 pulgadas y en un cómodo sofá. Aclimatemos el contenido al medio. Bajo mi punto de vista, debemos de buscar un público nicho, ese tipo de audiencia que es fiel a lo que les ofrecemos y que valora que emitamos una ficción diferente a la que podría ver en televisión.
Hablemos ahora del webdoc.Hablar de webdoc es hablar de una mezcla de video con flash. Texto, fotos, mapas, redes sociales, pdfs... Normalmente el texto que irá apareciendo jugará un papel importante en la narrativa. Para variar, esta modalidad nació en Francia y la financiación para este tipo de proyectos puede salir de sitios como ARTE, Deustche Welle o similares.
Para acabar decir que cada vez más los webdocs evolucionan hacia la interacción con el espectador.
Otra serie de términos de los que se viene hablando mucho pero que parece que no acaban de quedar claros son los famosos contenidos cross y transmedia.
Hablaremos de crossmedia cuando nuestra historia principal la queramos ampliar a otros formatos diferentes, pero que en ningún caso alguno de todos estos elementos tienen sentido por si solos.
Transmedia entendemos que se trata de extender un formato inicial a otras plataformas y vías de explotación, pero siempre cada soporte desarrollará su parte de forma independiente de las demás. Un ejemplo de ésto sería el videojuego de Spiderman que te ofrece contenido diferente a lo que ya te ha ofrecido la peli. Videojuego y peli sí tendrían sentido por si mismos.
Otras palabrejas de moda y que pueden generan espacio de negocio son el video viral, que es un contenido web que te lleva a otro sitio web y así puede girar de manera infinita.
En fin. Una palabra que a Pablo Iglesias le gusta mucho es la de "democracia" (sí, también la de casta, lo sé), y para cerrar el círculo que hemos creado entre el líder de Podemos y los nuevos Contenidos Audioviuales os diré que es precisamente este medio (internet) el que más ayudará a democratizar el sector. Dará y está dando visibilidad a aquella persona que quiera tenerla y dotará de seguimiento (y si éste lo merece, monetización) a aquel que lo consiga. Los amigos de Malviviendo y su webserie son un ejemplo. Y preparaos porque ya están con una película entre manos.
A mí esto de la democracia pues me gusta mucho también, y todo lo que favorezca que aflore el talento y las buenas maneras en este medio, creo que será un soplo de aire fresco en los momentos de transición generacional en los que nos encontramos. Necesitamos que aparezcan caras nuevas en el sector, como apareció la de Pablo en la política.
Un saludo y salud!
Va a hacer ya casi 40 años que murió el Dictador y gracias a quien sea, lo cierto es que tanto la vida política como los contenidos audiovisuales y la forma de consumirlos han cambiado radicalmente. Más en el segundo de los ejemplos diría, aunque desde el año 82 y Felipe González, yo no veía un personaje político que fuera capaz de hacer crédulos a algunos que llevaban la mayor parte de su vida decepcionados y asqueados de la política y los políticos. Cinco escaños en cuatro meses de existencia han sido suficientes para poner en cierta tensión a los de un lado y a los del otro... Hasta hace poco el discurso del "nada cambia" imperaba en charlas de bar, y no de bar. Imperaba el hartazgo de lo de siempre, de las mismas caras y las misma forma de vendérnoslas. Llegó Pablo Iglesias, y básicamente gracias a una estrategia de comunicación humilde pero muy acertada, basada al 90% en la televisión y las redes sociales, consiguió hacer calar su mensaje. Desde ese día Mariano está intentando acceder a twitter. Aún no lo consiguió, dadle tiempo.
Pues de la misma manera en la que se ha apoyado en las nuevas tecnologías Pablo Iglesias para hacer llegar su mensaje a tanta gente sin tener que gastar millones de euros en panfletos, carteles y pegatinas, nosotros podemos también tener esa visibilidad valiéndonos de los nuevos contenidos que internet nos ofrece.
Por ejemplo, podemos montar un webshow. Un programa online que ha de contar con un presentador. El programa debe de ser periódico y aconsejable que sea grabado por lo de tener la red debajo. Es interesante pensar, en este caso, en emitirlo en un horario que pueda ser compatible con una hora de consumo televisivo importante también en Sudamérica.
Otro ejemplo más común es la webserie. Básicamente se trata de hacer una ficción, con capítulos más cortos de los que pueden emitir (y finalmente consumir la gente) en la tele y que todos vemos en 48 pulgadas y en un cómodo sofá. Aclimatemos el contenido al medio. Bajo mi punto de vista, debemos de buscar un público nicho, ese tipo de audiencia que es fiel a lo que les ofrecemos y que valora que emitamos una ficción diferente a la que podría ver en televisión.
Hablemos ahora del webdoc.Hablar de webdoc es hablar de una mezcla de video con flash. Texto, fotos, mapas, redes sociales, pdfs... Normalmente el texto que irá apareciendo jugará un papel importante en la narrativa. Para variar, esta modalidad nació en Francia y la financiación para este tipo de proyectos puede salir de sitios como ARTE, Deustche Welle o similares.
Para acabar decir que cada vez más los webdocs evolucionan hacia la interacción con el espectador.
Otra serie de términos de los que se viene hablando mucho pero que parece que no acaban de quedar claros son los famosos contenidos cross y transmedia.
Hablaremos de crossmedia cuando nuestra historia principal la queramos ampliar a otros formatos diferentes, pero que en ningún caso alguno de todos estos elementos tienen sentido por si solos.
Transmedia entendemos que se trata de extender un formato inicial a otras plataformas y vías de explotación, pero siempre cada soporte desarrollará su parte de forma independiente de las demás. Un ejemplo de ésto sería el videojuego de Spiderman que te ofrece contenido diferente a lo que ya te ha ofrecido la peli. Videojuego y peli sí tendrían sentido por si mismos.
Otras palabrejas de moda y que pueden generan espacio de negocio son el video viral, que es un contenido web que te lleva a otro sitio web y así puede girar de manera infinita.
En fin. Una palabra que a Pablo Iglesias le gusta mucho es la de "democracia" (sí, también la de casta, lo sé), y para cerrar el círculo que hemos creado entre el líder de Podemos y los nuevos Contenidos Audioviuales os diré que es precisamente este medio (internet) el que más ayudará a democratizar el sector. Dará y está dando visibilidad a aquella persona que quiera tenerla y dotará de seguimiento (y si éste lo merece, monetización) a aquel que lo consiga. Los amigos de Malviviendo y su webserie son un ejemplo. Y preparaos porque ya están con una película entre manos.
A mí esto de la democracia pues me gusta mucho también, y todo lo que favorezca que aflore el talento y las buenas maneras en este medio, creo que será un soplo de aire fresco en los momentos de transición generacional en los que nos encontramos. Necesitamos que aparezcan caras nuevas en el sector, como apareció la de Pablo en la política.
Un saludo y salud!
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