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lunes, 18 de mayo de 2015

DESMONTANDO A TELECINCO: LA ESTRATEGIA DEL ÉXITO

Hola de nuevo amigos,

sí, lo sé. Debería escribir más a menudo o cerrar el chiringuito. El caso es que lo primero no lo voy a forzar, porque no quiero y a veces no podría, y lo segundo pues me da cierta penilla. Además, existen ciertos días en los que sí me apetece escribir y sobre todo, creo tener algo interesante que comentar con todos vosotros, que por cierto, si hiciéramos un análisis cuantitativo del blog no sería nada sobresaliente pero en la parte cualitativa, en lo que se refiere a llegar a quien debe de llegar, creo que estamos acertando de pleno en el target comercial. Ya solo falta que venga Monsanto a poner pasta. Entonces sí, lo cerraré.

El tema es que el otro día me lié a comentar en twitter (para quien no lo sepa @rubengfranco) sobre el tremendo modelo de programación que T5 se ha currado en estos últimos años y que como todos sabéis funciona como una máquina bien engrasada. Porque lo está.

Para empezar diría que T5 no es en realidad una cadena de TV al uso. Como yo lo veo es más bien un grupo de marcas, de grandes marcas que funcionan como cañones, que en ocasiones se refuerzan las unas a las otras y, sobre todo, que ayudan a crear parrilla, a sacar contenidos de la propia marca, con lo que eso supone a la hora de, por una parte fidelizar audiencia y segundo, abaratar el coste €/minuto de estos programas filiales.
Después de haber reflexionado sobre estos asuntos, tengo claro que jamás se me ocurrirá ir con DARUMA a T5 hablándoles del nuevo branding del 2020 ni de tonterías de ese estilo. No pretendo ser quien enseñe a un padre a hacer hijos, y ellos son de familia numerosa.

Las grandes marcas las conocemos todos. Supervivientes, La Voz, Gran Hermano, GH VIP... Digamos que son este tipo de marcas, (ya no hablo de programas) las que dan lugar a que contenidos secundarios, con esas dos ventajas (al menos) que antes comentábamos funcionen de manera impecable y como un reloj en parrilla. Esas filiales serían contenidos derivados directamente de las propias marcas, tipo "El Debate de GH". Recordemos, fidelizamos y aprovechamos contenidos. Además retroalimentamos... joder, cómo se lo montan!

Pero no acaba aquí la cosa- Esos 4 o 5 cañones que tiene T5 y en los que sustenta su existencia como cadena son también generadores de contenidos en un tercer tipo de programas, que, no siendo derivados de la marca principal, sí se valen de su tirón para seguir exprimiendo la naranja. El programa de Ana Rosa, Sálvame diario, Sálvame Deluxe o Qué tiempo tan feliz son algunos de estos contenidos que podríamos establecer en un tercer nivel de explotación y retroalimentación a raíz de las marcas matriz.

Mientras escribo, se me viene a la cabeza pensando en la concepción del modelo T5, la de un centro comercial. Un lugar donde existen 4 o 5 tiendas (normalmente de Inditex y similares) que son la llamada a la compra y visita al lugar (la cadena), y luego, a mayores, otra serie de tiendas que están ahí, que quizás por ir a ellas solamente no te desplazarías hasta el centro comercial citado, pero que ya que estás y que te has comprado unos pantalones en el Zara y unas zapatillas en Pull, pues quizás en una de estas encuentres la camisa a juego. Y oye, que sin darte cuenta, se nos ha pasado la tarde entera en el Gran Plaza, Borja!

Sí amigos, es, para mí, un ejemplo genial, digno de estudio, de cómo crear marca y explotarla hasta la última gota. Fideliza, abarata y retroalimenta. Y lo hace además sabiendo no quemar sus marcas. Cuidándolas con mucho tacto, siendo conscientes de que, si su centro comercial, se queda sin Inditex, lo más probable es que se vaya al carallo.

Un saludo y salud para tod@s!

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