EL FUTURO DEL AUDIOVISUAL EN GALICIA

Hola amigos otra vez.

Esta nueva entrada viene motivada por una serie de realidades, vicios adquiridos e inercias negativas que cada día, de una manera u otra, veo cómo van a más en perjuicio claro de la propia profesión en Galicia.

Lo primero, y como siempre, decir que estas letras que leéis no son más que una opinión propia. Creada a base de cosas que oyes, ves, lees y sobre todo, de otras opiniones que confronto a menudo con quien, como a mí, le guste reflexionar sobre el asunto. No me gusta evangelizar, solamente ofrezco un punto vista.

Son varios los lastres que hacen que, aquello que algún día alguien se atrevió a nombrar como "Industria audiovisual galega", a día de hoy no sea más que un conjunto de palabras que por separado sí tienen significado, pero que al juntarlas son una auténtica Jaimitada.

Más del 70% de paro en el sector en Galicia sería un dato que ya por si solo nos permitiría plasmar como evidente esta realidad y a muchos quizás, y como está pasando, les plantearía la duda de cambiar de actividad hacia otra en la que quizás no te hayas formado ni tengas experiencia laboral pero en la que sí puedes lograr un puesto de trabajo. Terrible, pero real. 
Pero llegados a este punto, creo que estaría bien hacer un pequeño análisis que nos sirviera para, de algún modo, ver qué estamos haciendo mal y por qué, y en segundo término, hacia dónde nos lleva esta deriva.

Para empezar diría que el primer gran mal es sistémico y existe desde el propio nacimiento de las productoras. Nacían las empresas de producción para proveer de contenidos a la TVG, la cadena pública que, creada a imagen y semejanza de TVE en muchos temas estructurales, echaba a andar aprendiendo sobre la marcha.
A partir de aquí, un cierto número de empresas proveedoras nacieron y vivieron durante muchos años, de forma única y exclusiva, de las ventas que tenían garantizadas a TVG. Cuando la época es buena el tiempo pasa rápido, y efectivamente el tiempo pasó. El modelo seguía siendo el mismo. Llegamos incluso a momentos en los que se financiaban medianos proyectos para ser emitidos en horarios completamente marginales e incluso después en TVG2.

Eran tiempos de vacas gordas, y alrededor de la vaca que tiene mucha leche que dar todo el mundo se siente cobijado. Nadie pensaba en buscar, quizás, alguna otra vaca de la que también poder sacar leche, por si esta flaqueaba... ¿para qué?

Años antes sucedía que Astano, en Ferrol cerraba casi al 100% su producción. Cerca de 20.000 personas que vivían (ellos y sus familias) del negocio del naval se iban a su casa sin otra cosa que hacer que negociar de la mejor manera la indemnización por despido. Era algo que se veía venir. Ferrol había alcanzado los casi 100.000 habitantes y medio pueblo vivía del naval.
Cuando las actividades de sector o de un determinado entorno geográfico no se diversifican y ponemos todos los huevos en las misma cesta, podemos correr el peligro de que pase algo como ésto.

2008, aunque ZP lo negara, llegó la crisis, y con ella las políticas de contracción del gasto público. No sólo eso, que podría ser temporal y consecuencia de un ajuste más o menos entendible, sino que además, el sistema de televisión pública autonómica empieza a estar en entredicho... cosa que suena muy mal viendo la deriva de determinadas decisiones políticas. Televisión Valenciana echa el cierre.

2014. Seguimos viendo que nos acercamos al abismo, pero con una mano nos tapamos los ojos y con la otra seguimos pillando el poco dinero que le queda a la tele pública. "Hay que buscar mercados alternativos", "Tenemos que ir más a Madrid, a las generalistas", o " mi productora sí apuesta por el mercado internacional, acabamos de venir de Cannes".... son sólo algunas de las muchas que tengo oído mil y una veces. Por cierto, este último fue a Cannes, es cierto, pero con formatos planteados con una clara vocación costumbrista gallega. No valían ni para el mercado nacional....

Mayo 2014. Ahora mismo parece ser que dos o tres de las productoras más importantes de Galicia quieren empezar a vender fuera como sea. Ven que las grandes infraestructuras que tienen cuesta mantenerlas y la vaca está ya empezando a asomar las costillas. Pues amigos, creo que llegamos tarde; o no, quizás aún se pueda salvar algo, pero qué avariciosos y conformistas fuimos durante tanto tiempo, no? A costa de esto viene ese 70% de paro en el oficio. ¿Mereció la pena? Yo sé de cuatro o cinco a los que sí.

Lo gracioso de toda esta situación es que algunas o varias de esas productoras que ahora quieren vender fuera, no cuentan con un mísero responsable de desarrollo de contenidos, con alguien que haya estudiado el mercado estatal y conozca las peculiaridades y debilidades de éste. Alguien, que tenga capacidad para hacer formatos más allá del muy respetable  +55 femenino rural para la TVG.

Bebimos tanta leche de esa única vaca que ahora, cuando queramos beber de la de la de oveja, no sabremos cómo hacerlo, nos sabrá rara y l mismo hasta nos llevamos alguna que otra coz.

En mi caso concreto, y teniendo ya cerradas reuniones con tres importantes productoras a nivel estatal para presentarles una determinada propuesta, se me llegó a decir que la productora con la que estaba trabajando de autónomo en ese momento era demasiado pequeña para ese tipo de estrategia comercial. Que eso no iba a ningún lado. "Pero si las tres nos han dado reunión ¿será porque querrán oir al menos, no?"....  Pues de puta madre. Que donde se mueve el cotarro sigan sin saber de ti ni de oídas. Claro que sí!!! Y venga carretera de San Marcos one more time.

En fin, es un tema que me cabrea bastante y que creo ver bastante claro. Sé que tenemos talento y, mientras, sigo teniendo a decenas de amigos y conocidos del oficio que están en su casa haciendo que ese 70% vergonzoso se incremente cada día y realizando trabajos para los que no se han formado durante años.

Está muy de moda echarle la culpa de todo esto a la clase política, que sin duda la tiene por las mil tropelías que acaban de imponer y las que vienen de antes. Pero por mi parte tengo claro que hasta que en este país no haya productores responsables, valientes y que sepan ver más allá, no merecemos una fiesta como los recientes Mestre Mateo, por ejemplo, digna de ser tal.   


Salud!