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martes, 18 de febrero de 2014

MI BUEN AMIGO CAMPOFRIO

De un buen tiempo a esta parte vengo notando cómo la importancia de las marcas comerciales se hace más relevante a la hora de conseguir colocar un determinado producto en cualquier operadora. Hasta ahora las marcas y las agencias o concesionarias comerciales estaban de la parte de allá en la relación entre las productoras y las propias cadenas. Sin embargo, parece que poco a poco la realidad las está atrayendo cada vez más al propio proceso creativo y de desarrollo en busca de formar parte desde el germen del producto que van a patrocinar. 

Es un hecho que cada vez resulta menos llamativo el ver puestos de trabajo específicos tales como " productor de contenidos comerciales" o similares. Tampoco es raro, en determinados canales de bajo presupuesto, ver que sólo acomenten proyectos a coste cero, es decir, proyectos que lleguen cien por cien financiados por una o varias marcas comerciales y en los que les cedes los derechos materiales del producto para su emisión.

Bajo mi punto de vista éste no debe ser el camino. La realidad manda y quien pone el dinero encima de la mesa puede llegar a creerse con el derecho de decidir sobre una actividad que nada tiene que ver con la suya propia. Soy fontanero, de familia de fontaneros, estudié fontanería y vengo a arreglarte el coche. Pues no... 

Me acuerdo de un ejemplo muy peculiar en el que la marca Campofrio patrocinaba una gala de humor en TVE. Si no recuerdo mal habían conseguido ser líderes de audiencia esa noche pero, bajo mi punto de vista, con una estrategia de exposición de la marca totalmente errónea. En lugar de conseguir dar la sensación de que Campofrio te invitaba a una noche de humor, más bien resultaba parecer que con suerte y a pesar del abuso de impactos indiscriminados de la maldita marca de embutidos, igual conseguías echarte unas risas viendo la gala. Disfruté a pesar de Campofrio, no gracias a Campofrio.

Pero, una vez más, la realidad es tozuda y manda y será muy difícil pensar en un futuro en el que las marcas no vayan ganando presencia dentro de sector de la producción de contenidos televisivos a costa de una correcta elección de los diferentes contenidos. 

Por mi parte creo que voy a dejar de llamar a tantas puertas de operadoras y empezar a comer más bocadillos de jamón cocido Campofrio. O de su competencia.

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