Pues resulta que la burbuja inmobiliaria ha reventado y, flipa, porque también lo ha hecho aquella burbuja irreal en la que vivían los medios de comunicación, las productoras y todo el medio. Increíble pero cierto. Las grandes cadenas han pasado de ganar más de mil millones de euros anuales, a moverse en un equilibrio rígidamente positivo que les obliga a plantearse la adquisición de contenidos de otra manera radicalmente diferente. Incluso a costa de la calidad. Diré más, incluso a costa de los datos de audiencia. Se trata de estar en presupuesto, no presentar pérdidas a los accionistas y esperar a que pase la tormenta.
Y ahora sí. Preparaos porque el término low - cost invade buena parte de los proyectos televisivos que nacieron ya con un "pufo" debajo del brazo. Pobres ellos... Bueno, pobres o no....
Efectivamente lo del "low -cost" es una expresión que aplicada a un mundo donde la calidad se da por evidente, como el valor en la legión, (esta frase no es gratuita), parece que rompa los esquemas establecidos desde siempre a la hora de plantearse la producción de un determinado contenido. Sin embargo, existe una manera de poder trabajar en este tipo de producciones sin perder ni una pizca de calidad, y en las antípodas está la otra, la de intentar hacer lo de siempre, como siempre con un 35% menos de presupuesto medio que debe ser el porcentual aproximado al tijeretazo metido en este negocio.
La primera de las opciones me parece incluso positiva. De esas medidas que te obligan pero de las que al mismo tiempo aprendes algo y te das cuenta de que hay infinitas puertas a la hora de explorar qué producto hacer.
Se trata de aquellos programas que son COMPETITIVOS EN PRECIO por su propio contenido, y porque nacen ya con un PLAN DE PRODUCCIÓN ASEQUIBLE. Incluso diré más, casi creo que no se deberían hacer de otra manera. Se trata de plantearte el plan de producción estimado antes incluso que el contenido. Si no entra por el primer aro, nos olvidamos del segundo. Un ejemplo sería el famoso LSNLS de Cuatro, que con un equipo humano que debe rondar los 18-20 personas, te saca un diario fenomenal a un precio muy muy competitivo. El segundo aro está claro; el contenido mola, y encima han dado con la tecla con Bonet de una manera digna de destacar y felicitar.
Y luego está la otra opción. Intentar hacer ficciones o entretenimientos como los de antes, con ese 35% menos, y pensar que el resultado en calidad va a ser el mismo. Sólo hay dos soluciones. O el precio real de venta de los formatos anteriores estaba infladísimo y te permite recortar hasta esos porcentajes, o seguramente la factura del producto será pobre y o tienes una pedazo de historia detrás o lo más seguro es que se la peguen.
Cierto es que llegar a pagar hasta 800.000 por 70 minutos de ficción .... ahí o estabas pagando cachés desmedidos ( no me lo podría creer!!!) , o es que la factura final tiene que ser casi HBO.
A día de hoy una ficción media puede rondar los 450.000 € capítulo, dependiendo de la duración (otro día hablaremos inexcusablemente del ratio ya impuesto €/minuto y su importancia) y creo que es una cantidad por la que se pueden hacer cosas interesantes y bien hechas, dependiendo evidentemente del número de capítulos encargados de primeras y cómo poder ir amortizando los primeros y más elevados costes.
Por supuesto está la tercera vía, la de comprar "lata americana", que cada vez más invade las parrillas televisivas, y por un 10% del coste de producir aquí, asumir que en muy extraña ocasión funcionará ni la mitad de bien que una ficción hecha en España.
Salud!
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